18/5/10

Tres estudios científicos: el bueno, el feo y el malo

Siguiendo con mi manía personal de reflexionar sobre la buena o mala aplicación del método científico, y sobre todo de lo que nos ofrecen los medios de comunicación a ese respecto, me encuentro hoy con tres llamativas noticias en El País que merece la pena comentar, para descargar un poco la tensión que en los últimos días Zapatero, los malvados especuladores y la (merecida) victoria del Barça en la Liga han dejado en el ambiente:
La primera cita un estudio de la Univ. Politécnica de Madrid encaminado a comprobar si la pulserita de los famo-tontos y de los tontos a secas, mejora o no mejora el equilibrio. Decir, en defensa del honrado cuerpo de ingenieros que se forman en dicha santa casa (entre los que me cuento), que el estudio lo realiza una tal Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, desconocida para mi hasta el momento, pero al parecer con bastante tiempo libre, como su propio nombre deja entrever...

La segunda noticia cita un estudio de una catedrática de Nutrición de la Univ. Complutense de Madrid.

La tercera no se refiere a un estudio concreto, sino a una entrevista con Thomas Verny, "psiquiatra de bebés y embarazos" (sic) en la que suelta esa perla y alguna otra similar, basándose en "sus experiencias".

Os voy a explicar por qué, a pesar de la apariencia un tanto frívola de las tres noticias (y por extensión de los estudios a los que hacen referencia), la primera me parece BUENA, la segunda FEA y la tercera MALA. Por supuesto, esta es mi opinión personal basada en los datos que se ofrecen en el desarrollo de la noticia, no conozco en detalle los estudios concretos, por lo que podría meter la pata en algún punto (esto lo digo por las posibles querellas, más que nada...)

  • EL BUENO: Resulta que el estudio sobre la pulserita de marras parece cumplir con los pasos necesarios para sacar alguna conclusión relevante en este tipo de estudio: sistema de "doble ciego" (ni los voluntarios ni los experimentadores saben qué pulsera lleva holograma y cuál no, para no influir en los resultados), las pruebas de equilibrio están normalizadas, se utilizan instrumentos para objetivar lo que se entiende por "equilibrio", se hace un estudio estadístico final... y se concluye que "no hay evidencia de efecto en el equilibrio". Sin más. No se cuestiona si la pulsera incrementa la erección, o refuerza la autoestima, o te hace sentir más guapo, etc. Eso, lógicamente, requeriría un estudio ad-hoc similar al anterior.
  • EL FEO: el segundo estudio concluye que "los niños que consumen más pan tienen menos sobrepeso y obesidad y mejores parámetros sanguíneos y de otros nutrientes." En el detalle de la noticia comprobamos que se toma una muestra de niños, y se relaciona su estado inicial con su ingesta de pan. Luego se hace una hipótesis teórica: si aumentamos la cantidad de pan en la dieta, los parámetros físicos mejorarán. A continuación se le aumenta una cantidad de pan a la dieta de una parte de la muestra, y se vuelven a analizar sus parámetros físicos para comprobar la validez de la hipótesis. Se encuentra que los parámetros han mejorado,y se llega a la conclusión de que el motivo es el pan. Pregunta para el lector: ¿soy el único que encuentra varios defectos en esta metodología? Insisto en que no tengo los detalles del estudio, pero sólo con lo que se deduce de la noticia, deberíamos concluir que éste no cumple adecuadamente el método científico: se hace una afirmación y se prepara un experimento para ver si dicha afirmación se cumple... pero no parece tenerse en cuenta el resto de posibilidades, como que el pan no sea el único factor, que la correlación pueda ser espúrea... ¿se ha comprobado si la afirmación también se cumple si aumentas la ingesta, pongamos por caso, de fresas silvestres en la dieta? Y si es así, cuál es el efecto relevante, el del pan o el de las fresas? ¿Se dice algo sobre la cantidad de pan a partir de la cual podemos esperar una mejora de los parámetros? ¿Se ha controlado la muestra por otros factores que pudieran introducir fuertes sesgos, como la herencia genética, etc. En fin, si este estudio no entra directamente en la categoría de MALO, es porque leemos (era de esperar) que está patrocinado por el sector del pan español, lo cual lo sitúa directamente en el apartado de FEO.
  • EL MALO: de éste, que debería ser el feo a juzgar por la foto del interfecto, realmente desconozco los detalles de su trayectoria científica. Quizá Terapeuta pueda ofrecernos algo de luz. Pero si tenemos que juzgar sólo por lo que afirma en la entrevista, lo voy a catalogar de MALO porque las afirmaciones que lanza el tipo, basadas en experiencias personales cuando no directamente en "testimonios", rayan directamente en el chamanismo.
En conclusión: nos quedamos con el primer estudio. Habrá quien diga que para saber que las pulseras power-balance no funcionan no hacía falta un estudio tan cuidadoso. Ya lo sé!!: es sobradamente conocido que las únicas pulseras con efecto en el estado de ánimo (de una parte de la población), y que mejoran la función sexual (de ambas partes de la población) SON LAS PULSERAS DE DIAMANTES. Y esto es empirismo puro: prueba y verás. ;)

12/5/10

Momentos de cambio

No sé a vosotros, pero con el vértigo que estamos viviendo desde hace meses, imbuidos en una crisis mundial sin precedentes desde el Crack del 29 y la vorágine de acontecimientos que la acompañan, a mi no se me quita la sensación de estar en un momento histórico trascendente, de ésos de los que se suele decir, en un alarde de empirismo envidiable, que habrá un “antes” y un “después”.

La sensación podría ser exagerada, al fin y al cabo no estamos al borde de una guerra mundial (espero), ni de una revolución burguesa que trae nuevas ideas (¿alguna nueva idea flotando en el ambiente?), ni siquiera de la toma del poder por el proletariado y el sacrificio en plaza pública del Tío Gilito y sus dorados saqueadores (para quien no haya pillado la sutil metáfora = Goldman Sachs).

No obstante lo cual, mi sensación sigue siendo que después de la tempestad, nuestro barco ya no navegará por las mismas aguas. Que este es un momento trascendente, al menos para Occidente, al menos para la UE… y también para España. Veamos por qué.

En mi opinión confluyen varias cuestiones vitales en esta crisis. Sin ánimo de exhaustividad, citaría las que se me vienen a la cabeza:
  • Es una crisis global, afecta en mayor o menor medida a todos los países, incluidos (y muy especialmente) a los países desarrollados.
  • Ha vuelto a poner sobre la mesa cuestiones relacionadas con la competitividad de los países en el comercio mundial. Esta cuestión, cacareada por consultores y gurús desde los años 80 y 90 no había soportado demasiado bien el contraste empírico. En estos momentos, sin embargo, vuelve a estar sobre la mesa la cuestión de si los países occidentales pueden mantener su posición en el comercio mundial frente a China, India, Brasil y otros mediante el “business as usual” o necesitan realizar profundas reformas.
  • Ha destapado las debilidades y las malas prácticas de los sistemas financieros, alzándose voces que exigen una mayor regulación y control que disminuyan el riesgo moral (instituciones demasiado grandes para caer, megarescates públicos sin contrapartida). Sin embargo, los políticos parecen incapaces o reacios a atacar ambos problemas, tanto las debilidades del sistema como las malas prácticas de algunos de sus agentes, que han demostrado que tienen que ser salvados hasta de sí mismos.
  • Ha puesto una presión brutal sobre la UE y el mismo concepto de la unión económica y monetaria, dando la razón a los que alertaron de sus riesgos y regocijando a los que siempre desearon verla fracasar. La UE se encuentra en una disyuntiva crucial: de aquí puede derivarse su declive definitivo o su refundación sobre pilares más sólidos.
  • En los países de la UE, particularmente, la crisis ha puesto en cuestión de manera dramática la sostenibilidad de sus estados del bienestar, sobre los que ya existían dudas fundadas en momentos anteriores a la crisis.
  • Confluye un escenario de inminente crisis energética (no ajena a la propia crisis económica) con varios frentes abiertos a nivel mundial:
    • Dependencia masiva de un petróleo cuya producción está posiblemente en declive y por tanto final del petróleo barato, con su consecuente necesidad de sustitución.
    • Debate mundial sobre el Cambio Climático sin avances significativos desde hace años: a la evidencia masiva de la presión que nuestro modelo económico está poniendo en los ecosistemas y el clima, se le une una gran incertidumbre sobre el impacto que esto puede tener sobre nuestro bienestar y, particularmente, el de las generaciones futuras.
    • Esto genera un debate ético sobre si se debe actuar ahora, y sobre el coste de dicha actuación. Sobre todo si el capital a invertir ahora es retirado de otras iniciativas que se perciben como más urgentes: pobreza, enfermedad, acceso al agua potable… 
  • Crisis de los políticos: dificultad de los partidos y las ideologías tradicionales para renovar el discurso y atraer al ciudadano hacia la participación democrática y responsable (con las limitaciones que el sistema impone, no seamos más ingenuos de lo necesario…) en los problemas de la sociedad. Con la excepción esperanzadora de Obama en EEUU, podríamos citar tanto una “crisis de la izquierda” como una “crisis de la derecha”, a saber:
    • La izquierda es incapaz desde hace tiempo de articular un discurso para los nuevos tiempos (con crisis o sin ella). Una vez asumidos por las democracias occidentales gran parte de los principios defendidos por la izquierda, algunos de ellos imbuidos en los estados del bienestar de muchos países, la izquierda se debate entre sus viejos fantasmas (pasado marxista, ideología rancia ingenuamente anti-liberal, pro-ecologista, etc.) y las nuevas veleidades populistas (Morales, Chávez… cuando no Ahmadineyad entre los particularmente necios). Ved por ejemplo éste artículo (con sus decepcionantes últimos párrafos), o ver destellos de brillantez por aquí, por aquí y algunos de los discursos que se leen por aquí.
    • La derecha, sobre todo el Partido Republicano de EEUU y los que en otros países ven en él su guía y reflejo, muestra una preocupante deriva radical anti-estado, anti-científica e intolerante (ver aquí). Su versión ibérica queda brillantemente retratada aquí.
  • En el caso de España, ha puesto de manifiesto que el “milagro español” no lo era tanto, y que sin profundas reformas que orienten nuestro tejido productivo hacia el crecimiento, nuestros niveles de vida y los de nuestros hijos van a caer muy por debajo de los que veníamos disfrutando. Incluso con dichas reformas, es inevitable un período duro de ajuste y reorganización que no será fácil de gestionar para los políticos y para la gente en general.
Me gustaría sacar un mensaje positivo de todo ello, aunque me cuesta. Tal mensaje sólo puede consistir en la esperanza de que las instituciones que más contribuyen a nuestro bienestar salgan reforzadas de este período de crisis, habiendo aprendido algo para la próxima.

Puntos que serían deseables (y soy consciente de lo patéticamente ingenuo que parezco al escribirlas):
  • Reforma financiera mundial, siquiera parcial o progresiva, pero imprescindible para no volver a las mismas prácticas que precipitaron la crisis.
  • Refundación de la UE, sobre bases más sólidas y flexibles que incluyan gobernanza económica además de monetaria, mayor agilidad en momentos de crisis, incremento de la democratización de las instituciones europeas y pedagogía hacia el ciudadano…
  • Altura de miras de los políticos. Considerar al votante como alguien inteligente, apoyarse en el consejo de los que saben, explicar el por qué de las cosas, la necesidad de las reformas y los riesgos que se corren si no se hacen. Aunque esto parece una condición inasumible para un político, me temo que será la única manera de evitar, o al menos disminuir, las protestas y estallidos sociales que pueden llegar a producirse consecuencia del tremendo ajuste que se nos avecina (quizá inevitable en cualquier caso), y cuyo ejemplo a pequeña escala lo estamos viendo en la crisis griega.
  • Reevaluación de las acciones contra el Cambio Climático, para hacerlas compatibles con la mejora en los niveles de vida de los países más necesitados. Convertir la crisis energética en una oportunidad.
  • Necesidad de un nuevo impulso del movimiento conservador y de una derecha moderna, racional, científica y tolerante… por ejemplo como ésta.
  • Necesidad imperiosa de refundar la izquierda de modo que, sin renunciar a unos valores universales de redistribución, justicia social, igualdad de oportunidades de origen, solidaridad ante el desfavorecido por los caprichos de la naturaleza, por la enfermedad o la exclusión social, etc., adopte una visión pragmática de la política, mucho más basada en el empirismo y la evaluación de políticas, dispuesta a defender los estados del bienestar basándose en políticas capaces de sostenerlos (no en “derechos adquiridos e inalienables”), asumiendo la defensa de la sostenibilidad en sentido amplio y el rechazo indiscutible de los totalitarismos y populismos mal llamados “de izquierdas”. Vamos, una izquierda como ésta.
¿Alguien se atreve a completar el cuadro?

4/5/10

La muerte de Tolo Calafat en el Annapurna

Es la primera vez, creo, que voy a escribir de montañismo en el blog, lo cual no deja de resultar curioso, pues es un tema que me apasiona y al que dedico parte de mi ocio. La razón es la trágica muerte del alpinista Tolo Calafat en el Annapurna, en unas circunstancias que no se diferencian demasiado de otros casos anteriores, pero que sin embargo, por obra y gracia de las poco medidas declaraciones de Juanito Oiarzábal acusando al equipo de la coreana Oh Eun Sun de falta de solidaridad, han dado lugar a una batalla dialéctica en el mundo del montañismo de élite que no está siendo precisamente edificante. Me gustaría hacer algún comentario sobre esta polémica.

En éste enlace está la noticia, y en éste y éste detalles de la polémica posterior, para los más interesados en el tema.

Ante todo hay que decir algo que cualquier montañero que haya estado en situaciones de dificultad sabe bien: no se puede juzgar a la ligera, desde el sofá y viendo el telediario, las decisiones que en circunstancias adversas tiene que tomar un montañero. La montaña, sobre todo en invierno, y sobre todo a mucha altitud, es un terreno hostil, que puede jugar malas pasadas. Una situación de dificultad, por ejemplo sufrir un accidente, o simplemente presenciarlo, o perderse en la niebla cuando se acerca la noche y el agotamiento llega, o verse enriscado en un precipicio del que no se sabe cómo salir, etc., es una situación de estrés en la que cualquier persona puede tener dificultades para tomar las decisiones correctas. Esto, que es válido para Pirineos, imaginaos lo que puede suponer en el Himalaya, a más de 7.000 m, con las facultades físicas y mentales muy seriamente disminuidas.

Cualquier alpinista que acude al Himalaya a escalar un ochomil sabe, o debe saber, que por encima de 7.000 m un rescate es casi imposible, sobre todo si el tiempo no acompaña (que no suele acompañar…). Uno bastante tiene con tambalearse para abajo buscando el pequeño refugio que son los campos de altura, como para pensar en bajar a cuestas a un compañero. En el mejor de los casos, se le puede esperar. O, después de descansar e hidratarse durante unas horas, si las congelaciones y el estado físico y mental general no lo impiden, tratar de subir a ayudar al que se ha quedado atrás. Pero para esto hay que estar muy seguro, para no terminar lamentando dos muertes en lugar de una. Y, en cualquier caso, las decisiones que atañen a la propia vida son de uno mismo y de nadie más.

Por eso me llenan de estupor las declaraciones altisonantes de Juanito Oiarzábal, poco menos que acusando a los sherpas de la expedición de Miss Oh de no haber querido ayudar “ni siquiera ofreciéndoles 6.000 € a cada uno”, y acusando a la propia Miss Oh de no ponerse firme con ellos. ¿Cómo es posible que exijas a unos sherpas que hagan lo que tú mismo no te has considerado capaz de hacer? Entiendo que se lo pidas, entiendo tu frustración ante la negativa… pero no entiendo que les exijas que se jueguen la vida, ponerle precio a dicha vida y luego acusarles de no haber aceptado ni por ésas… gesto, éste último, que les honra: me hubiera dejado una mala sensación si hubieran aceptado ir a por Tolo, por dinero.
Hay quien dice que las declaraciones de Juanito fueron en caliente, motivados por la tensión del momento, pero no es así: Juanito se ratificó posteriormente en varias entrevistas. Un tipo de su experiencia no puede ser tan bocazas: debe saber la repercusión mediática que iban a tener sus palabras, la polémica que iban a provocar, y las dudas que iban a sembrar, una vez más, sobre la ética, y por tanto sobre los logros, de Miss Oh y su equipo.

Nada hay en la actitud de los sherpas de Miss Oh que me parezca reprochable. Mucho más me lo parece, si se confirma, el hecho de que la expedición coreana vaya retirando las cuerdas en los pasos clave de la ascensión, durante su bajada, cuando saben que hay otras expediciones arriba que tienen que bajar por el mismo sitio. Es costumbre en el Himalaya no retirar las cuerdas que has colocado, o que han colocado otros, pues suelen servir para el paso de varias expediciones más. Obligar al equipo español a perder tiempo y profundizar su agotamiento bajando a pelo un corredor que creían equipado pudo suponer un antes y un después en la vida de Tolo. Pero eso nunca lo sabremos, pues muchas otras circunstancias confluyeron en el drama: una cima demasiado tardía, una posible mala medición de las propias fuerzas, un bloqueo mental posterior, etc.

No es de extrañar que después de todo esto, otros montañeros e himalayistas de renombre hayan afeado a Juanito su actitud. A partir de aquí se ha desatado una pequeña batalla en la que salen a la luz viejas rencillas y se ponen en cuestión los méritos de unos y de otros.

Todo esto es bastante lamentable, pero no hay que olvidar que entre los alpinistas de élite el ego suele ser casi tan grande como las montañas que escalan. Las polémicas sobre qué pudo hacerse mal y “qué hubiera hecho yo si hubiera estado allí” son habituales, los debates acalorados… y cuando no se quedan dentro del “mundillo”, sino que trascienden a los medios de comunicación la cosa empieza a degenerar.

Creo, sin embargo, que los aficionados a la montaña debemos quitarle importancia a todo esto. Podemos opinar (todos podemos opinar, eso que quede claro) con respeto hacia los que realizan una actividad bella como pocas y en la que lo ponen todo en juego, hasta la propia vida, sabiendo bien lo que se hacen. Podemos opinar teniendo en cuenta las condiciones en un ochomil, tan dramáticamente adversas que no se pueden juzgar las decisiones de los que están allí con la vara de medir de los que estamos aquí. Carlos Pauner y Juanito Oiarzábal posiblemente hicieron mucho, quedándose en el Campo 4 en sus condiciones, para tratar de ayudar y organizar el rescate. Quedémonos además con otros gestos de auténtica grandeza en la montaña, como el del rumano Horia Colibasanu, que trató de subir a por Tolo a pesar de sus malas condiciones físicas, como ya había hecho el año pasado con Iñaki Ochoa. Y sobre todo con los de los sherpas Sonam y Dawa. Éste último, después de haber coronado con Carlos, Juanito y Tolo, y haber bajado al campo 4 tan machacado como ellos, aún tuvo la fuerza interior de subir de nuevo a buscar (infructuosamente) a Tolo con un saco de dormir y una botella de oxígeno, en medio de la ventisca… Eso es, literalmente, jugarse la vida, y nadie se acuerda después de esta gente, de estos auténticos superhombres que son los pobladores del Himalaya. Para contribuir a su recuerdo, os copio aquí (de la web http://www.barrabes.com/) la dedicatoria reciente del propio Carlos Pauner, que no tiene desperdicio:

DAWA, EL HEROE ANÓNIMO , por Carlos Pauner

"Ya estamos en Kathmandú, a punto de dejar este país de montañas. Tras los terribles días pasados, hemos conseguido recuperarnos y descansar antes de iniciar la vuelta a nuestro hogar. Atrás han quedado todos los tristes acontecimientos pasados y los cuerpos se recuperan poco a poco de la tremenda paliza que supone ascender a una montaña como el Annapurna. Gracias a nuestra aseguradora FIATC, las incipientes congelaciones y la ceguera no han ido a mayores y su ayuda en nuestra rápida evacuación ha cobrado suma importancia. Nuestra confianza en vosotros crece día a día. Gracias amigos.
En este momento de reflexión y agradecimientos, no podía dejar pasar por alto a una persona fundamental en toda esta aventura. El Sherpa Dawa, así como su compañero Sonam. Ambos dos han trabajado para nosotros en esta difícil expedición, ayudándonos en el duro trabajo en la montaña. No obstante, su trabajo ha ido mucho mas allá de lo cotidiano en esta extraordinaria vivencia. Cuando Tolo quedó inmovilizado a 7.600 m, pedimos ayuda a Sherpas cercanos del equipo coreano y nos dijeron que estaban muy cansados del ascenso a la cumbre y que no podían hacer nada. Estaban en su derecho y me parece totalmente razonable. Poco más que decir. Sonam se había quedado con Tolo toda la noche e intentó traerlo hacia abajo, hacia la vida, pero Tolo ya no caminó más. El decidió, lógicamente, salvar la vida y bajó por la mañana al campo 4. Juanito, Horia y yo, venidos de la cumbre, no teníamos ninguna posibilidad de llegar hasta arriba, sin un descanso suficiente. Hablé con Dawa, este fuerte Sherpa de casi 50 años. Era nuestro último cartucho allá arriba y la verdad es que no lo dudó. Llevando oxígeno, comida, medicinas y un saco, salio para arriba al encuentro de Tolo, con fe y decisión. Yo se lo sugerí y el aceptó, eso fue todo. Dejó la seguridad del campo 4 y salió hacia la zona de la muerte, no para trabajar, sino para buscar a un amigo, Tolo y devolverlo a la vida.

Cuando volvió tras más de 11 horas de ascenso, sin que el blanco manto de la nieve caída le hubiera delatado ningún signo de vida, Dawa tenía lágrimas en los ojos. No lo he encontrado, no he podido, dijo... Mis lágrimas eran por los dos, puesto que había perdido a un gran amigo y casi había visto desaparecer a otro. Dawa hizo un sacrificio extraordinario, no por dinero, no por gloria, no por fama. Lo hizo tan sólo porque comprendió que era el único que lo podía hacer y sabía que la vida de su compañero, que no de su jefe, estaba en juego. Cuando los hombres están tan cercanos al límite entre la vida y la muerte, aparece lo mejor y lo peor de ellos. Los vínculos entre nosotros se estrechan y los lazos laborales se difuminan, dejando paso a sentimientos humanos y viscerales. Nunca me he alegrado tanto de poder abrazar a un Sherpa noble y poderoso, de decirle que estoy orgulloso de ser su amigo y que puede contar conmigo, al igual que él nos entregó su valía. Gracias Dawa, gracias por tu esfuerzo, gracias por ayudarnos y espero que nosotros podamos hacer lo mismo contigo. Si alguien merece un premio, una ayuda, desde luego, es este héroe anónimo de 50 años, cuyo único modo de vida es subir montanas, arriesgar la vida por un salario y que creo que debería ya descansar tranquilo en su pequeño pueblo. Ojala podamos hacer algo por él."


Ha muerto un montañero, otro más, en una montaña cuyo ratio de muertos en relación al número de ascensiones es del 38%. No será el último. Dejémosle descansar en paz.