12/8/09

Muertes mediáticas

Aunque seguramente hay motivos mucho más importantes para indignarse con los medios de comunicación, no lo puedo evitar... me fastidia el tratamiento que se suele dar, principalmente en la TV, a ciertos eventos que no dejan de ser meramente anecdóticos. Me refiero en este caso a la muerte de Dani Jarque, el capitán del Español.

Sí, es cierto que toda muerte es una tragedia, sobre todo si es inesperada... pero es una tragedia principalmente para la familia y los amigos. Sí, es cierto que nos parece aún más trágico cuando la persona es joven... pero mueren tantos jóvenes a diario, en accidentes de tráfico y por otros motivos... Sí, es cierto que el fenómeno de la "muerte súbita" de los deportistas llama mucho la atención, pero según un cardiólogo al que preguntaron recientemente en la radio, en EEUU mueren al año casi 200.000 personas de "muerte súbita" (es decir, de fallos cardiacos de origen desconocido), deportistas y no deportistas, y no parece que el fenómeno afecte más a unos grupos poblacionales que a otros, o más a unas actividades que a otras...

Por lo tanto, ¿tiene sentido todo el circo mediático que se ha montado, y que se montó cuando lo de Antonio Puerta? ¿Tiene la noticia relevancia suficiente como para ser apertura de telediarios generalistas y para un seguimiento puntual de más de una semana de cada acto de homenaje, de pedir opinión a todos los deportistas que se pongan delante de un micrófono, etc?

Ya sé que estamos hablando de FÚTBOL, esa gran droga nacional que todo lo invade. Desde hace tiempo, los periódicos de información general cada vez dedican más páginas a tratar cualquier aspecto, por irrelevante y anecdótico que sea, del mundo del fútbol y de los futbolistas. Eso sí, contado todo con un tono y un lenguaje de lo más solemne y trascendente, imitando cada vez más el estilo As/Marca/Sport/MundoDeportivo y demás basurilla cotilleo-deportiva.
Lo cual tiene su parte de contribución, no me cabe duda, en la pérdida de calidad que de un tiempo a esta parte se da en la prensa autoconsiderada "de referencia" (estoy pensando en "El País", en este momento).

Al final, la exagerada cobertura de los medios de un evento cualquiera termina arrastrando al común de los mortales: hasta mi madre, totalmente ajena al mundo del fútbol, me comenta compungida la noticia, arrastrada por la visión continuada de los sentidos homenajes, los aficionados llorosos y el alcalde de turno nombrando al pobre chico Hijo Predilecto, con nombre de calle incluida... no faltarán las Medallas de Oro del Mérito Deportivo,etc...

Ocurrió recientemente otro caso aún más flagrante, como fue la muerte de un chico cogido por un toro en una de las fiestas patrias más estúpidas y cerriles: los Sanfermines. Claro, como de un tiempo a esta parte TVE, Prisa y casi el resto de grupos mediáticos han decidido que los Sanfermines son un evento de "interés nacional", y les otorgan una cobertura que me deja pasmado... pues claro, en caso de muerte, hay que dar carnaza al populacho.
Pero lo peor fueron las reacciones posteriores a la muerte del muchacho: todos los días el tema en la televisión, loas a la valentía del individuo, comparándolo poco menos que con un héroe clásico... el colmo de la soplapollez fue leer a Sánchez Dragó algo como esto:
"El mozo [...] estaba a punto de convertirse en hombre. Ahora es un príncipe de Roma: ha muerto como morían allí los héroes, en plena juventud. Su cadáver es como la fiesta de la novela de Hemingway que así se llama: hermoso, hermosísimo, viva moneda que nunca se volverá a repetir"

En fin, aparte de las mamarrachadas de Sánchez Dragó, si los medios de comunicación pretenden que mi corazón se encoja doloso y me sume a una especie de acto de homenaje nacional por la muerte de un chico que, básicamente, murió HACIENDO UNA GILIPOLLEZ, van dados. El único mérito del pobre muchacho fue que murió, haciendo el gilipollas, pero él solito consigo mismo, cosa que es de agradecer cuando tanto descerebrado decide matarse a los mandos de un automóvil y se lleva a más de uno por delante.

En fin, será mucho pedir que los medios de comunicación no nos hagan comulgar con ruedas de molino.